Tormenta Solar

JUANJO JIMÉNEZ El sol nos está mandando desde hace unos días una eyección de masa coronal. Fue el domingo pasado que el sol soltó toneladas de plasma al espacio interplanetario y esto cuando va llegando por aquí nos deja fritos a interferencias.


Hay que partir de que toda eyección por sí misma es peligrosa. Cualquier materia que eyecte, por muy atractiva que parezca, tiene su aquello. Sea en pequeñas poluciones o en grandes aspavientos como este.


Ejemplo: donde más se nota el eructo solar, y no lo dice uno que lo más complejo que ha visto es un cernícalo haciendo un estático, es en las comunicaciones por satélite. Los satélites tienen chismes muy sensibles y desde que les mandas un ion con una cierta mala leche se desatornillan y se chiflan. Pero los iones estos atraviesan también los satélites y así van y llegan a algunos cerebros, los más expuestos a los cataplasmas.


Todo apunta que efectivamente un rayo iónico alcanzó ayer a Santa Cruz de Tenerife. Vean los reportes de prensa de hoy y observen cómo se fue la luz. Sin más. Abrieron una caja de fusibles y se les coló un rayo cósmico que desmanteló los plomos varias horas en la isla hermana y sin embargo amiga. Pero no sólo ello.


También se coló el vector radiactivo en el núcleo pensante del Partido Popular chicharrero y como consecuencia del estropicio destituyeron a una de sus promesas políticas, Ángel Llanos, porque según un comunicado que pudieron enviar desde que volvió la luz el PP "ha perdido la confianza en él". Todo ello justo cuando los votantes habíamos recuperado la confianza en Llanos.


No me digan que esto sólo es explicable con la citada eyección solar, dado que si tiramos del hilo de este asunto se llega, atención abonados... efectivamente: al elástico de los dos tangas que presuntamente se compraron con 33,5 euros de los fondos municipales.


Lo lógico del bragagate es que la dirección del partido investigara si hubo pufo de unos dineros públicos por parte de sus afiliados, pero lo que hace es enterrar con toneladas de plasma a uno de sus concejales por sospechoso de levantar el conejo que riscó la perra, dicho esto último sin acritud y sólo con ánimo de exaltar la expresión de nuestra querida tierra guanche y sombra del Nublo.


Llegados a este punto de interferencia lo más desconcertante no es ya que se carguen bragas a cargo del contribuyente, sino cómo se puede ir un baifo a poco que reciba más solajera de la cuenta.

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