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Un manifestante murió tras chocar con la policía en una protesta contra la posible quema
KABUL.- La polémica quema de ejemplares del Corán, propuesta por un pastor evangélico de Florida, despertó una feroz reacción en el mundo musulmán y, en particular, en Afganistán, donde ayer miles de personas participaron de una violenta protesta, que terminó con un manifestante muerto y decenas de heridos.
Casi 10.000 personas se lanzaron indignadas a las calles de la ciudad afgana de Faizabad, tras concluir los rezos en las mezquitas por la festividad del Eid al-Fitr, que conmemora el fin del mes de ayuno del Ramadán. Los disturbios comenzaron cuando la multitud empezó a lanzar piedras contra una base de la OTAN, gritando insignas como "¡Muerte a Estados Unidos!", "¡Muerte a los enemigos del islam!" y "¡El santo Corán es nuestra ley!".
Las protestas luego se extendieron hasta la capital, Kabul, y al menos a otras cuatro provincias de Afganistán, uno de los principales bastiones del fundamentalismo islámico que cuenta con una fuerte presencia de tropas norteamericanas, que componen el grueso de los casi 150.000 soldados internacionales comandados por la OTAN.
El presidente afgano, Hamid Karzai, se sumó ayer al coro internacional de críticas al pastor Terry Jones y declaró que su iniciativa "es un insulto para toda la humanidad".
"Espero que se evite esta profanación para que el mundo pueda tener una vida tranquila en una atmósfera de respeto mutuo", añadió Karzai.
Poco antes de que se registraran los incidentes en Afganistán, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, calificó de "acto terrible" el plan de Jones y alertó que "puede tener consecuencias en Afganistán".
"Por favor, respeten todas la confesiones", declaró en una entrevista que concedió durante una visita a Madrid que comenzó ayer.
En el marco de su gira por España, Rasmussen pidió a los miembros de la coalición en Afganistán que envíen más tropas para el entrenamiento de los afganos, lo que permitirá acelerar la retirada de las tropas extranjeras.
En Multan, en el centro de Paquistán, unas 600 personas se manifestaron quemando banderas estadounidenses.
En Somalia, cientos de personas marcharon después de la oración del viernes por las calles del barrio de Kaxda, en Mogadiscio, gritando eslóganes antiestadounidenses.
El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, había dicho que la iniciativa del pastor evangélico es un "complot sionista" que acelerará la "aniquilación de Israel"; mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la medida de "irresponsable".
Organizaciones musulmanas de Gran Bretaña y Bélgica, por su parte, convocaron a una quema de banderas estadounidenses frente a las embajadas norteamericanas en Londres y Bruselas si Jones quemaba el Corán.
El diario del Vaticano, L´Osservatore Romano , escribió en su edición de ayer que la quema del Corán es una "iniciativa irresponsable".
"Extrema tensión en vísperas del noveno aniversario del ataque contra el World Trade Center de Nueva York por la iniciativa irresponsable [de Terry Jones]", tituló el periódico.
Es un proyecto que iría "contra la Biblia, la religión y la fe misma", afirmó en Radio Vaticano el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, y agregó que el 11 de Septiembre "no es una jornada contra los musulmanes" ni "de odio", sino "una jornada de amor, de fe, de esperanza y de oración".
Agencias AP, AFP, EFE y DPA
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