jueves, 26 de febrero de 2009

EL ENIGMA DE LAS PIEDRAS “VIVIENTES

Anomalías, OVNIs y extraños petroglifos: viajamos Valle de la Muerte

Olga Canals y Carlos Gutiérrez Los rastros que dejan tras de sí lo demuestran: algunas rocas de Racetrack Playa, en pleno Valle de la Muerte (California), se deslizan sobre la superficie de este lago seco sin que nadie las empuje. A pesar de todas las investigaciones científicas llevadas a cabo en las últimas décadas, el misterio todavía no ha sido resuelto, pues ninguna persona ha logrado ver cómo se mueven… Continúa en la revista. Libros Recomendados :TODAS LAS PIEDRAS PIEDRAS SAGRADAS¡ Visita nuestra Tienda !

El Parque Nacional del Valle de la Muerte, en California, es un lugar inhóspito. Localizado en el punto más bajo del territorio estadounidense, registra las temperaturas más altas de todo el país. Uno de los enclaves menos visitados del valle es Racetrack Playa, un lago desecado que se encuentra en la parte septentrional de las montañas Panamint. Este lecho seco tiene 4,5 kilómetros de largo y 2 de ancho. Su superficie, sometida a la acción constante del sol, es una vasta llanura resplandeciente, agrietada y endurecida, aunque suave al tacto debido a su composición fangosa. Para llegar a la zona tuvimos que recorrer más de 40 kilómetros de tierra a temperaturas cercanas a los 50º C. Pero el esfuerzo valió la pena. Ante nosotros se mostraba un paisaje embriagador, aunque nuestro objetivo no era únicamente contemplar la espectacularidad del enclave, sino ver con nuestros propios ojos el misterio por el que es mundialmente conocido Racetrack Playa: las sliding rocks (rocas deslizantes).
Efectivamente, enseguida contemplamos docenas y docenas de rocas de diferentes tamaños que habían avanzado por la planicie, dejando unos profundos rastros en el suelo. Unos apenas eran perceptibles y otros profundos; algunos trazos seguían una línea bien definida, pero también los había que formaban curvas o dibujaban caprichosos «diseños», girando en ángulo recto o en zigzag. La primera observación documentada data de 1915, cuando el explorador minero Joseph Crook y su esposa pisaron el lugar. Ésta se llevó tal impresión que marcó la posición de algunas rocas que, como no podía ser de otro modo, terminaron cambiando de ubicación. Desde entonces, muchas personas han intentado averiguar por qué se mueven las piedras de Racetrack Playa. Louis T. Kirk, empleado del Parque Nacional, publicó en 1952 uno de los primeros estudios sobre el enigma. Durante dos años, catalogó y fotografió los rastros y, finalmente, propuso varias explicaciones: la acción humana, movimientos sísmicos o anomalías magnéticas. Sin embargo, las tres teorías no tardarían en descartarse por investigadores con mayores medios y conocimientos.

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