Un turista catalán muere en el tsunami de la isla Robinson Crusoe

Miguel Marín Navarro viajaba con un grupo de siete aficionados a la botánica

"Somos nosotros los que estamos informando al Gobierno español, y debería ser al revés", se lamenta la familia

Miguel Marín Navarro, de 29 años y vecino de Alella, murió en el tsunami que a las cuatro y media de la madrugada del sábado - una hora después del terremoto-alcanzó la isla Robinson Crusoe, en pleno océano Pacífico.

Su muerte fue confirmada a La Vanguardia por sus propios familiares, a los que ayer por la tarde - a pesar de que ya tenían constancia del fallecimiento de Miguel-les era imposible obtener ninguna información, ni de la embajada chilena en Madrid ni del Gobierno español.

Miguel Marín Navarro formaba parte de un grupo de siete turistas - cuatro catalanes, dos madrileños y un chileno-que llegaron el pasado miércoles a la isla de Robinson Crusoe atraídos por su naturaleza.

Al grupo lo une su afición a la botánica; el año pasado viajaron juntos a Etiopía.

Los familiares de Miguel - licenciado en Periodismo, aunque no ejercía la profesión-recibieron la primera noticia de su muerte en un correo electrónico enviado el domingo al mediodía por un miembro del grupo. "Miki ha mort", decía el mensaje.

Un segundo e-mail, escrito por el suegro del joven la madrugada de ayer, confirmó la tragedia.

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